La construcción del patrimonio cultural inmaterial de carácter alimentario y sus retos en el área mediterránea: el caso de la Dieta Mediterránea
El presente artículo pretende llevar a cabo una revisión crítica, conceptual y diacrónica alrededor de la construcción de la candidatura de la Dieta Mediterránea como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y su camino hacia la declaratoria final, conseguida finalmente en noviembre de 2010. Como en el caso de cualquier candidatura a UNESCO, su propuesta implica negociaciones, equipos, aparatos conceptuales, burocracias, tiempos o economías que, observadas en su conjunto y con una cierta distancia, pueden ser muy ilustrativas de cómo se construye y se negocia un bien alimentario en tanto que patrimonio cultural y, muy especialmente, en relación con una institución supranacional como es UNESCO. El valor de esta declaración no reside únicamente, por otro lado, en el hecho –ya de por sí histórico– de que por primera vez determinados bienes culturales inmateriales relacionados con la alimentación hayan sido declarados como Patrimonio de la Humanidad por una institución supranacional. Esa declaración es, también y sobre todo, un reconocimiento de la necesidad y de la urgencia de preservar las técnicas, prácticas, hábitos, ideas, valores y espacios de las culturas alimentarias aprobadas.